La isla de Formentera, una de las Islas Pitusas, y una de las islas más hermosas del mar Mediterráneo. Con una temperatura media de 18 grados y una vegetación mediterránea que combina en harmonía bosques de pinos y dunas de arena.
Una isla que invita a disfrutar de sus paisajes, a contemplarla, y a disfrutarla no sólo con la vista, sino también con los cinco sentidos.
Pero al llegar a la isla lo primer que recibe a sus visitantes son unas playas y calas magníficas. Por ejemplo la playa de Es Caló, perfecta para darse un buen baño o tomar el sol sobre sus rocas. El lado oeste de la isla tenemos la Cala Saona, una playa algo más tranquila donde suelen acudir los propios habitantes de la isla. O el Còdol Foradat, una playa de arenas y rocas donde se puede practicar el submarinismo.
Pero decíamos que es una isla para disfrutar con los cinco sentidos, y uno de ellos el paladar. Quesos artesanales de cabra y oveja, la miel de tomillo y romero, el vino hecho por los payeses (agricultores), o los xereques, unos higos desecados y sazonados con hinojo y tomillo.
Podrá deleitarse con los bailes típicos de la isla, de reminiscencias árabes. Acompañados de letras satíricas e irónicas donde se representa la discusión de un hombre con una mujer. Tambores, flautas y castañuelas dan sonido a una isla llena de pequeños rincones dedicados a sus emociones.
¿A qué espera para descubrirla? Bienvenido a Formentera.