Las Islas Pitusas son Ibiza y Formentera, las islas más hippies de las Baleares, y también las más visitadas. EL tipo de turismo que acude a una u otra es muy diferente, y bien es cierto que las dimensiones de Formentera le limitan una explotación hotelera, pero en cambio han sabido convertir toda la isla en un verdadero paraíso.

Rodeada de unas aguas de color turquesa la Isla de Formentera es de obligatoria visita para quienes se encuentran en las baleares. Tomando un ferry desde Ibiza puede visitar por un día, o si lo desea quedarse un par de noches. Es perfecto para ir con la familia, para ir con la pareja, o incluso para ir solo o sola y desconectar del mundanal ritmo de las ciudades.

Como dato curioso os diré que hubo un tiempo en el que la isla llegó a estar deshabitada, pero aún así la relación entre Ibiza y Formentera es casi de islas hermanas.

Los 83 kilómetros de encanto de la isla de Formentera albergan una población de 10.000 habitantes, pero en épocas estivales (sorpréndete), llegan a tener por la isla más de medio millón de habitantes.

Pero su motor económico no es sólo el turismo, y aunque uno se puede divertir mucho en Formentera, es su tranquilidad la seña particular de la que más orgullosos se sienten.

El producto turístico es básicamente complementario al de Ibiza, no obstante, y como ya os comenté, es posible alternar entre una isla y otra a través de los transportes regulares entre ambas islas.